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miércoles, 15 de enero de 2020

LOS DUEÑOS

Los Dueños

Se les dice así a seres fantásticos, con figura humana y de aspecto anciano, los cuales habitan en lugares, donde el hombre por lo general no suele tener contacto. Estos seres son protectores de ciertas zonas y castigan a todo aquel que corrompe las reglas del lugar, protegen animales, plantas y todo aquello que forme parte del medio. Entre ellos podemos encontrar a los siguientes dueños:

El Dueño del Monte: Se le llama así, al ser que suele aparecerse en colinas, montes o espacios naturales, en los que el hombre escasamente interviene. Estos seres tienen apariencia humana, en especial la de un hombre mayor de edad, van vestidos en ocasiones como campesinos, indígenas o con una bata blanca. Suelen ser seres buenos, los cuales ayudan a aquel que tenga problemas y castigan a toda aquella persona que dañe el medio. Algunos cuentan que ama el fumar o masticar tabaco, colocando un buen tributo el dueño del monte, este se relaja tomando los presentes.  

El Dueño de la Montaña: Este ser es similar al dueño del monte, con la diferencia que es mas estricto en cuanto a sus reglas, se le debe presentar un tributo antes de entrar a sus territorios, especialmente si eres cazador. Sus dominios suelen ser montañas, por lo que sera justo con aquel que no rompa el equilibrio de la naturaleza y sera severo si haces lo contrario, si no presentas un tributo o no muestras ningún respeto a su figura. 
El Dueño del Río: De apariencia similar a los anteriores, el dueño del río suele ser siempre un anciano y tomar la apariencia de aquellos que se internan en sus dominios, ya sean lagos, ríos, lagunas, arroyos u ojos de agua, . El dueño del río, parece ser menos severo con los humanos, de hecho, siempre busca orientarlos, pero una vez que la ira se a apoderado de el, el castigo suele ser fuerte. 
El Dueño de la Cueva: Este ser es raras veces visto, por lo que algunas historias suelen decir que es de apariencia anciana y va cubierto con un tipo de toga o en ocasiones semidesnudo. Habita en cuevas, cavernas o cualquier gruta donde una persona tenga acceso. Suele ser mas agresivo con sus castigos y algo complejo, por lo que se cree, que con el simple hecho de entrar a una cueva o caverna se le ha insultado.  

El Dueño de los Animales: Algunas leyendas suelen mencionar a un ser que en ocasiones se presenta como el dueño de los animales, este ser aparece vestido con una bata blanca, es de aspecto anciano, con una barba larga que lo identifica. Aparece en varias zonas y solo cuando la persona a herido a varios animales, no suele dar muchos castigos. En México y en el estado de Chiapas, la leyenda de estos seres, suele contarse en diversas ocasiones, personas aseguran haber tenido contacto con algún tipo de dueño. Aunque claro que no hay quien descarte, que es la forma para enseñar a respestar el medio, a aquellos que practican la caza o que afectan la naturaleza. En otros países las leyendas de los dueños, también suelen ser contadas. En alguna ocasión, leí en diversos sitios web, que en España, llamaban dueño del monte a seres parecidos a pie grande, entre otros.

lunes, 31 de octubre de 2016

El fauno volador

Al poco tiempo, en un pequeño valle rocoso cerrado por todos
lados, vio a un enano de hocico en forma de bocina, cuernos en
la frente y miembros como patas de cabra. Al verlo, Antonio, a
fuer de buen soldado, embrazó la rodela de la fe y se tocó con el
yelmo de la esperanza: sin embargo, la criatura le ofreció el fruto
de la palmera para mantenerlo en su viaje y como si viniera en
son de paz. Al ver esto, Antonio se detuvo y le preguntó quién era.
He aquí la respuesta que recibió:
«Soy un ser mortal y uno de los habitantes del desierto al
que los gentiles rindieron culto bajo varias formas engañosas,
con los nombres de faunos, sátiros e íncubos. He sido enviado
como representante de mi tribu. Venimos a suplicarte que pidas
a tu Señor que nos dispense sus favores, pues también es nues-
tro Señor que, según hemos sabido, vino una vez para salvar al
mundo, y cuya voz resuena en toda la Tierra.»
Al oír estas palabras, las lágrimas bañaron las mejillas del
anciano viajero, que mostró así cuan profundamente conmovido
se hallaba, hasta el punto de derramar lágrimas de alegría. Se
regocijó por la Gloria de Cristo y la destrucción de Satanás,
maravillándose al propio tiempo de que pudiese entender el
lenguaje del sátiro. Golpeando el suelo con su bastón, exclamó
entonces:
«¡Ay de ti, Alejandría, que en vez de Dios has adorado a
monstruos! ¡Ay de ti, ciudad ramera, en la que han confluido
los demonios del mundo entero! ¿Qué dirás ahora? Las bestias
hablan de Cristo, pero tú, en vez de adorar a Dios, idolatras a
monstruos.»
Apenas había terminado de hablar cuando la salvaje criatura huyó cual si se hallase dotada de alas.
Que nadie sienta escrúpulos en creer este incidente; su vera-
cidad se halla refrendada por lo que ocurrió cuando Constantino
ocupaba el trono, hecho del que todo el mundo fue testigo. Pues
tenéis que saber que un hombre de esa especie fue llevado vivo
a Alejandría, para ser exhibido ante los maravillados ojos del
pueblo. Cuando murió, se embalsamó su cuerpo con sal, parevitar que el calor del verano lo descompusiese, y así fue pre-
sentado a Antíoco, para que el emperador pudiese verlo.
Extracto del libro:
pasaporte a magonia

lunes, 24 de octubre de 2016

El pan de las hadas.

Un hombre que vivía en Ystradfynlais, en el Brecknockshire,
salió un día en busca de sus vacas y ovejas, que pacían en la
montaña, y no regresó. Transcurridas tres semanas, cuando ya
se había abandonado la búsqueda y su mujer lo daba por muer-
to, volvió a su casa. Su mujer le preguntó dónde había estado
durante las últimas tres semanas. «¿Tres semanas? ¿A tres horas
llamas tres semanas?», repuso él. Cuando ella le instó a que le
explicase dónde había estado, le dijo que había estado tocando
la flauta (que siempre se llevaba consigo a la montaña) en un
lugar llamado Llorfa, cercano al estanque de Van, cuando de
pronto se vio rodeado por unos hombrecillos que se fueron
acercando a él, hasta encerrarlo en un pequeño círculo. Entonces
se pusieron a cantar y bailar, y esto le emocionó tanto que
estuvo a punto de desvanecerse. Después le ofrecieron unos pas-
telillos, de los que él comió, y aseguró que nunca había gozado
tanto en su vida.

Fuente :
Pasaporte a magonia

miércoles, 2 de marzo de 2016

LA CEIBA ENCANTADA






Las ceibas son árboles muy anchos, viejos y altos que habitan en casi todo Chiapas. Por su tamaño, alcanzan una larga vida; se calcula que la pochota de Chiapa de Corzo tiene más de 600 años de edad. 
La gente le atribuye poderes mágicos a ceibas v dice que cuando uno está enfermo debe ir a ver a uno de estos árboles. La leyenda dice que las ceibas tienen la facultad de sanar a un enfermo, sea hombre o mujer.
Para curar a una persona, es necesario presentarse ante la ceiba y saludarla, como si se tratara de otra persona. Después de saludarla se debe pedirle a la ceiba si quiere ser nuestra madrina. Por supuesto, la ceiba no responde pero se entiende que sí acepta la petición. Acto seguido, uno le pedirá que lo cure de una enfermedad. 

ceiba del parque de chiapa de corzo ,chiapas,Mexico


Dice la gente que siempre se curan las enfermedades por muy difíciles que éstas sean. Mi amigo Ricardito tenía un conocido, quien padecía de un absceso en la nalga izquierda, el cual lo hizo sufrir durante muchos años el malestar de no poder sentarse al aplastar el absceso. Pero alguien le dijo que tuviera fe y que fuera a visitar a una ceiba grande que estaba en las afueras del poblado. Este hombre le hizo caso,fue a saludara la ceiba; le preguntó que cómo estaba y cómo había amanecido. Le contó que tenía un mal desde hacía varios años y que le agradecería que fuera su madrina y que lo curara. 
Para el siguiente día este amigo amaneció sano, sin el absceso. Por esa razón desde entonces cunado pasa cerca de una ceiba,cualquiera que sea,la saluda amablemente y le ofrece un cigarro.
La leyenda dice que el ahijado debe de saludar a la ceiba siempre  y se acostumbra a ofrecerle un cigarro,que se deja al pie del árbol.Es común encontrar en los pueblos y rancherías cigarros al pie de las ceibas.

"Las ceibas,también llamadas pochotas,son los árboles mas grandes que hay en el estado;en torno a ellos,se entretejen una serie de fantásticas historias"


Un dato curioso sobre la ceiba de Chiapa de Corzo,que esta en el parque central es que nunca se paran en ella los pájaros.De tarde,cuando el sol se pone,se puede ver a los pájaros que se retiran a descansar sobre los árboles,pero no se acercan a la ceiba grande...nadie sabe por qué.

no se sabe que pasara si el ahijado después de curado no saludara a la ceibas,pues hasta donde sabemos,todos los ahijados cumplen con su deber de saludarlas.

En lo personal,yo he visto dos veces este hecho curioso;un señor grande de edad,se quitó el sombrero,en San Pedro,Buenavista en el municipio de Villacorzo,y se puso a hablar con una ceiba que estaba en un rancho,platico cerca de cinco minutos.Lo curioso fue que se retiró del árbol,se colocó el sombrero en la cabeza y se acercó a nosotros.Al parecer el único sorprendido era yo,así
que me hice el desentendido y seguí platicando.

Nadie le pregunto lo que había hecho y por que razón.Eso demuestra que es común ver ala gente platicar con las ceibas encantadas y que es parte de la sabiduría de nuestros pueblos,vivir en armonía con la naturaleza.

FUENTE
"LA CEIBA ENCANTADA Y OTRAS LEYENDAS CHIAPANECAS"(adaptación)
(leyenda del dominio público)

sábado, 23 de enero de 2016

La nahuala del Carmen

Hace muchísimos años se cuenta que una bruja que  se convertía en vaca y se ponía a tener sexo con los toros en el atrio del templo, que hoy se conoce como el la iglesia de la virgen del carmen
y pues los gemidos  de esta,a pesar de que estaba convertida en vaca eran casi humanos.
y provocaba pavor entre los habitantes
obviamente solamente sospechaban que era un nahual, pero no con exactitud hasta que decidieron seguirla.
Y fué entonces que,cuando estaba en pleno acto con los toros la amarraron entre varios hombres y le pegaron muchísimo con chicotes y la amarraron a un árbol que se encontraba en el mismo lugar, para sorpresa de la gente al otro día al pegar los primeros rayos del sol, aquella vaca se había transformado en una mujer, una india que vivía ahí mismo en el pueblo.
La historia no terminó trágicamente hasta donde se, la liberaron pero le dejaron muy en claro que no querían volver a verla en el pueblo.
Fuente:
Historia de Venustiano Carranza, Chiapas México.
Enviada  y contada por:
+Esteban Sergio Reyes Caballero

martes, 26 de mayo de 2015

el perro y el demonio kakasbal (México-Yucatan)



Un hombre era tan pobre que siempre estaba de mal humor y así no perdía la ocasión de maltratar a un infeliz perro que tenía. Kakasbal [espíritu del mal], que está en todo, vio que podía sacar partido de la inquina que seguramente el perro sentía contra su amo y así se le apareció y le dijo:
Ven acá y dime qué te pasa, pues te veo triste.

Cómo no he de estarlo si mi amo me pega cada vez que quiere respondió el perro.

kakasbal


Yo sé que es de malos sentimientos. ¿Por qué no lo abandonas?
Es mi amo y debo serle fiel.
Yo podría ayudarte a escapar.
Por nada le dejaré.
Nunca agradecerá tu fidelidad.
No importa, le seré fiel.
Pero tanto insistió Kakasbal que el perro, por quitárselo de encima, le dijo:
Creo que me has convencido; dime, ¿qué debo hacer?.
Entrégame tu alma.
¿Y qué me darás a cambio?.
Lo que quieras.
Dame un hueso por cada pelo de mi cuerpo.
Acepto.
Cuenta, pues...

Y Kakasbal se puso a contar los pelos del perro; pero cuando sus dedos llegaban a la cola, éste se acordó de la fidelidad que debía a su amo y pegó un salto y la cuenta se perdió.

¿Por qué te mueves? le preguntó Kakasbal.



No puedo con las pulgas que me comen día y noche. Vuelve a empezar.

Cien veces Kakasbal empezó la cuenta y cien veces tuvo que interrumpirla porque el perro saltaba. Al fin Kakasbal dijo:

No cuento más. Me has engañado; pero me has dado una lección. Ahora sé que es más fácil comprar el alma de un hombre que el alma de un perro.

autor anónimo

"Leyendas y Consejas del Antiguo Yucatán"
Ermilo Abreu Gómez.
Fondo de Cultura Económica

jueves, 19 de marzo de 2015

FIESTA EXTRAñA





Un hombre que vivía en Ystradfynlais, en el Brecknockshire,
salió un día en busca de sus vacas y ovejas, que pacían en la
montaña, y no regresó. Transcurridas tres semanas, cuando ya
se había abandonado la búsqueda y su mujer lo daba por muerto,
volvió a su casa. Su mujer le preguntó dónde había estado
durante las últimas tres semanas.

 «¿Tres semanas? ¿A tres horas
llamas tres semanas?», repuso él. Cuando ella le instó a que le
explicase dónde había estado, le dijo que había estado tocando
la flauta (que siempre se llevaba consigo a la montaña) en un
lugar llamado Llorfa, cercano al estanque de Van, cuando de
pronto se vio rodeado por unos hombrecillos que se fueron
acercando a él, hasta encerrarlo en un pequeño círculo.


 Entonces
se pusieron a cantar y bailar, y esto le emocionó tanto que
estuvo a punto de desvanecerse. Después le ofrecieron unos pastelillos,
de los que él comió, y aseguró que nunca había gozado
tanto en su vida.

EXTRACTO DEL LIBRO PASAPORTE A MAGONIA
DE
JACQUES VALLEE

jueves, 19 de febrero de 2015

LA PATA-SOLA (TOLIMA/COLOMBIA)


La Patasola



La Patasola o Pata sola se trataba de una joven mal humorada y de malos sentimientos. Un día, llevaba a su pequeña hermana de la mano, tirándola y haciéndola tropezar con cuanto encontraba a su paso. Al cruzar un río, pisó una piedra lisa, cayó sobre su hacha y se cortó totalmente el pie. Con furia se levantó y acabó con la vida de su hermanita, a la que acusó de culpable.



Su espíritu habita entre la maraña espesa de la selva virgen, en las cumbres de la llanura. Con la única pata que tiene avanza con rapidez asombrosa. Es el endriago más temido por colonos, mineros, cazadores, caminantes, agricultores y leñadores.


 Algunos aventureros dicen que se presenta como una mujer bellísima que los llama y los atrae para enamorarlos, pero avanza hacía la oscuridad del bosque a donde los va conduciendo con sus miradas lascivas, hasta transformarse en una mujer horrible con ojos de fuego, boca desproporcionada de donde asoman unos dientes de felino y una cabellera corta y despeinada que cae sobre el rostro para ocultar su fealdad.

fuente:
variacion de leyenda popular colombiana

viernes, 13 de febrero de 2015

EL ABUELO Y LOS DUENDES (CHANEQUES)TABASCO-MEXICO

Ex Convento de Oxolotán Tapijulapa, Tabasco
por
Pablo Gómez Jiménez


Oxolotán, pueblo zoque bañado por las verdes y turbulentas aguas del río de la sierra, oculta entre los cerros la magia de acontecimientos legendarios de una raza cuyo origen conserva el deseo propio del hombre entre el saber y el enseñar, que le permite expresar en cada elemento de la naturaleza la variedad de significaciones que envuelve a los sentidos.


La magia de la selva invita a la búsqueda y al encuentro con lo desconocido. El espíritu de su pueblo aún conserva los vestigios de la tradición prehispánica en los testimonios silenciosos de los muros del convento Dominico y sus leyendas. En Oxolotán aún se conserva la tradición ancestral del respeto al consejo patriarcal del clan, que guarda y revela a las nuevas generaciones la sabiduría de los tiempos y los secretos de la vida.


RIO OXOLOTÁN

Las palabras del abuelo en los oídos de su nieto Eustaquio habrían de marcar la existencia del niño con los significados de las leyendas que en su infancia guardaría.


Las sombras de la tarde en languidez se alargaban de la choza de don Celestino hasta el río y hasta las faldas de los cerros que la rodeaban, por eso, el pequeño Eustaquio cerraba la puerta, acercaba el butaque al fogón, mientras el abuelo enrollaba el tabaco, y Lluvia, la madre del niño, preparaba la cena, calentaba la tortilla de frijol y al ritmo del molinillo hacia la bebida para su padre. Después vendría el relato sin tiempo que el abuelo guardaba para su nieto, en donde transmitiría la magia del monte con sus duendes como legado ancestral de su pueblo.



RIO OXOLOTÁN







Sentado en el suelo, Eustaquio se acomodó con la cabeza sobre las piernas de don Celestino. Una a una las palabras fueron cayendo, abriendo el consejo para dar paso a la leyenda.


—"Hijo, ya estás crecidito y atiende lo que te digo: cuando tu mamá te dice que no juegues dentro del monte, hazle caso porque ése es un lugar donde existen los chaneques. Pronto tendrás que acompañar a tu papá por el monte a la siembra y a la caza y tienes que aprender los secretos de la selva para que siempre regreses y no te pierdan."




—"¿Y por qué me han de perder los chaneques abuelito?", preguntó aquella vez el niño con la inocencia de sus escasos cinco años de edad.


—"¡Ah! -Porque los chaneques son dueños del monte y les gusta perder a la gente cuando les macheteamos su acahual, o cuando pasamos por la ceiba donde juegan."


—"Abuelo, ¿cómo son los chaneques? ¿Los has visto?— El niño alejó su jícara y se pendió al relato del abuelo con el mismo encanto de los duendes.


Sus ojos dilatados y sus oídos alerta se avivaron ante el deseo de saber todo sobre aquellos personajes místicos.


El abuelo mordió el tabaco, lanzó un escupitajo y prosiguió. —"Así es hijito, yo los he visto, una vez fui con mi padre a buscar a un curandero porque a mi hermano Encarnación -se llamaba igualito a tu papá0—, a ése lo perdieron los duendes y lo encontramos a los tres días arañado y roto de la ropa de tanto caballito que le dieron, sólo recordaba que lo hacían brincar los acahuales y los zarzales, estaba como loco, pero el curandero lo rameó con un gajo de jícaro y lo bañaron en el río, le dieron de beber albahaca por nueve días y lo cuartearon hasta que regresó su espíritu, pero los chaneques lo venían a buscar.

Son como de tu tamaño, andan desnudos, se ríen con unos dientes como palillos, tienen los pies al revés como las pezuñas del burro, las chanequitas tienen la trenza larga hasta el suelo y te hacen cosquillas; parecen niños traviesos y te dicen que los sigas y te van llevando y llevando hasta que te pierden y ya no puedes regresar, estás vuelta y vuelta en el mismo lugar. Son enamorados y se llevan a las muchachas, las atontan y luego hay que curarlas en la misma forma.

Ellos hacen sus maldades de acuerdo con el lugar donde estén, si en el campo encuentran un caballo lo toman para jugar, le trenzan y enredan la crin y la cola y lo carrerean a reventar.

"—¡Ah! Pero también los puedes desencantar y alejarlos de los caminos. Escucha: si te los encuentras, quítate la ropa, póntela al revés y camina en sentido contrario a sus huellas, sólo así reencuentras el camino. Luego vuelves y les pones bajo la ceiba juguetes, tabaco, perfumes, un carrete de hilo, peines, espejo, trago y les cuelgas una hamaca de bejucos y hoja de tanai y cuando el chaneque se canse de jugar, se emborrache y se duerma, lo amarras con jolosin, lo cuereas con otro mecate hasta que te canses y después lo sueltas. Así, el encanto estará roto y tu camino estará libre. Ese es el secreto, ni el cura con rezos y agua bendita lo puede correr porque se le desaparece y luego regresa."




El viejo así cumplía con su misión, sentía alcanzar la plenitud al otorgar en cada tarde los secretos de la vida a aquel niño para enfrentarse a la naturaleza, pues a su vez éste representaba la continuidad de su estirpe y él era el portavoz de los deseos más profundos de la familia.


Por su parte, Eustaquio supo que los personajes que dramatizan en la vida, que son dueños de atributos sobrenaturales, que distribuyen la vida y la luz en razón a la naturaleza, son a la medida del hombre y poseen sentimientos y pasiones que los hacen vulnerables. Vencerlos significa imponerse a la naturaleza en su omnipotencia y perfección, lo cual permite abrir los caminos a la conquista del saber.


En su inconsciente, el eco de aquellos momentos producto de lo real y lo simbólico representaría el hilo imaginario para adentrarse en los laberintos de la vida.


De esa manera, seguiría cumpliendo con aquella vocación inculcada por su familia y después de mil batallas libradas con escasez de recursos, pero con entereza de espíritu, culminaría una formación universitaria dentro del área educativa de las ciencias biológicas, lo cual lo ubicaba en el terreno de búsqueda de lo natural, hasta donde rompería con el compromiso contraído con Celestino, el abuelo, Lluvia, su noble madre, y Encarnación, su padre, aunque seguiría asumiendo el papel protagónico de ejemplo de sus siete hermanos menores.


Esta ruptura le permitiría a Eustaquio encontrar otro significado de la vida y hoy, sin perder la vocación de guía, se aboca a la interpretación de las ciencias humanas como una forma de acercamiento a su propia interpretación. Seguiría así, esa búsqueda incesante del hombre libre, del reencuentro constante entre los vericuetos que en cada instante nos plantea la vida.

Las simbolizaciones de su niñez configurarían en él una idea clara sobre el sentido humano más profundo de la educación, pues la había entendido como condición de libertad y prisión, había conocido también su sentido condicionante de unión y separación y ahora la comprendía como sinónimo de búsqueda y ocultación. Para nuestro personaje, su punto de partida para la búsqueda de su completud es el aula de clases; y ese deseo incesante lo comparte con sus discípulos.

BREVE GLOSARIO OXOLOTECO

Jolosin. Corteza fibrosa de la planta de jolosin que se usa para elaborar mecates para sujetar las carpas de leña.

Tanai. Planta silvestre que produce hoja parecida a la del plátano y flor amarilla vistosa.

Chaneque. Originaria de Chaneabal, dialecto de Chiapas, ramas del tronco lingüístico maya que quedan todavía, el menos conocido es el chane-abal o chanabal, compuesto del Zotzil Catsdal, Maya y Trokect.

Referencias bibliográficas

Becerra, Marcos. Obras Sueltas, Histórica Lingüística y Antropología. Editorial del Gobierno de Tabasco, México, 1980 p. 213.

Becerra, Marcos. Rectificaciones y adiciones al diccionario de la Real Academia Española. Consejo Editorial del Gob. de Tabasco, México, 1980. p. 232.

jueves, 12 de febrero de 2015

LAS BRUJAS DE NAICA (MEXICO)





Naica es una pueblo del estado norteño de Chihuahua situada en el Municipio de Saucillo y dedicada a la minería desde el siglo XVIII. Aparte de su destacada producción de plomo y de su famosa Cueva de los Cristales de Selenita, es conocida porque es una ciudad maldita plagada de brujas que se la pasan haciendo daño a los sufridos mortales. Si las personas no toman las debidas precauciones y se recogen en sus casas antes de la diez y media de la noche, es muy posible que se arrepientan de por vida, si es que la conservan. Las brujas, esas malas pécoras, salen de las minas abandonadas en forma de bolas de fuego voladoras, para llevarse a las niñas.






Monserrat era una muchacha rubia, espiritual, frágil, delgada y etérea como un nebuloso ectoplasma que vivía en Naica. Obediente y dulce, todo el pueblo la apreciaba y la quería, sus padres la adoraban. Tenía la niña la costumbre de llevar siempre una camelia en el pelo. Pesar de su corta edad, pues solo contaba con diez y seis años, trabajaba en la panadería de don Isidoro, un español panzón y apestoso que había llegado a la ciudad de Naica deseoso de “hacer la América” y lo había logrado. Monserrat era la encargada de hacer el pan de bizcocho en la panadería, pues habilidad no le faltaba ni tampoco conocimientos que adquirió de su abuela doña Catarina, buena repostera ya fallecida. Monse, como la llamaban de cariño, salía de su trabajo a las nueve de la noche y se dirigía tranquilamente a su casa.




 Una noche de Luna llena, Monse se desvió un poco de su camino acostumbrado, para ir al lago a ver cómo la Luna se reflejaba en su superficie. Tan extasiada se encontraba gozando del espectáculo que se olvidó de la hora. Cuando tomó conciencia de su impertinencia, la campana de la iglesia sonaba las doce de la noche. Montserrat observó que de las montañas mineras se desprendían bolas de fuego que se acercaban rápidamente a la ciudad, trato de corre pero no pudo, una de las bolas se acercó a ella, se transformó en una horripilante y repugnante bruja que la tomó por la cintura, le mordisqueo el cuerpo y se la llevó.




 Nunca nadie supo más de Monse, pero todos sabían que las brujas se llevaban a las mujeres jóvenes para convertirlas en futuras brujas. Ese fue el horrendo destino de la panaderita, confirmado cuando cerca de lago encontraron una camelia marchita… Monse se había convertido en una espeluznante bruja de Naica.




Por Sonia Iglesias y Cabrera

http://www.mitos-mexicanos.com/

viernes, 30 de enero de 2015

EL SILLON DEL DIABLO

La leyenda de La silla del Diablo se remonta al año 1550, cuando se fundó la primera cátedra de anatomía humana de España en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, dirigida por Alonso Rodríguez de Guevara, quien llevó a cabo las primeras disecciones humanas en España, gracias a un permiso real. A dicha universidad asistió un joven de origen portugués llamado Andrés de Proaza, de 22 años de edad, con gran interés por la anatomía humana.


La leyenda relata que ese mismo año se denunció la desaparición de un niño de 9 años, mientras que los vecinos de la calle Esgueva de Valladolid declararon que desde el sótano de la casa del joven Andrés, cuyas traseras dan a la actual calle de la Solanilla, se oían gemidos, llantos y extraños ruidos y veían salir agua sanguinolenta a través del desagüe, que teñían de rojo las aguas de uno de los ramales del río Esgueva




Los vecinos alertaron a las autoridades de la ciudad. El hallazgo al abrir el sótano fue espeluznante: en una mesa de madera encontraron el cuerpo del niño desaparecido, despedazado tras haberle practicado en vida una autopsia. Además se hallaron cadáveres de perros y gatos en la misma postura que el cuerpo humano de la mesa.

Andrés confesó que tenía un pacto con el Diablo a través de una silla que estaba en su escritorio, en la que se sentaba a escribir sus terroríficas ideas, y sus espantosas notas de la nigromancia o autopsias que practicaba con los seres vivos que cazaba. Al sentarse en este sillón, el diablo le ofrecía toda la sabiduría del mundo en medicina y se comunicaba con él.



Al proceder a registrar los pisos superiores de su casa se encontró la silla, fabricada con madera de cedro, con respaldo y reposo de cuero y color marrón.

Proaza fue condenado por la Inquisición a morir en la hoguera. Sus inmuebles, y con ellos el sillón, fueron expuestos en subasta pública, pero nadie los adquirió debido a la fama de nigromante que acompañaba a su dueño.
El sillón se mantuvo en posesión de la Universidad de Valladolid.



Hasta el derribo del edificio histórico de la Universidad, el sillón se encontraba colgado patas arriba del techo de la capilla universitaria y a partir de entonces se trasladó al Museo Arqueológico de Valladolid. Con motivo del sexto centenario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid formó parte de las piezas que se mostraron en una exposición conmemorativa en el Museo de la Universidad de Valladolid, cuando este museo estaba situado en el Palacio de Santa Cruz.

Se trata de una silla de brazos desmontables datable en la segunda mitad del siglo XVI, según la historiadora vallisoletana Eloísa Wattenberg García.
La leyenda que ha llegado hasta nuestros días relata que aquel que se sienta en la silla, muere a los dos o tres días o tal vez adquiere todo el conocimiento del mundo.

FUENTE

martes, 16 de septiembre de 2014

LA TISIGUA



Del náhuatl pipil ti, fuego + sibat, sigua, mujer: “Mujer de fuego”. Fuego en el sentido de erotismo o sensualidad desmedida. Ente sobrenatural zoque, considerado como una mujer yoki (ajena a la raza y al idioma, extranjera), o Mala Mujer. La Tisigua es conocida en otras regiones del estado como Tishanila. Se encuentra en los caminos o en las pozas de los ríos, con su cabello largo, desplegado para provocar a los hombres que no se han portado bien social y familiarmente. Se dice que este personaje fue creado por los viejitos, para que los jovencitos no anduvieran de parranderos y coscolinos.

Fue así como, entre las familias de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas se narraban acontecimientos que se suscitaron en el río Sabinal, río con aguas cristalinas en aquellas épocas (hoy convertidas en aguas negras que contaminan el ambiente y que dan un olor pestilente en el Jardín botánico); se comentaba que a los jóvenes que se quedaban por largas horas bañándose en las hermosas pozas que se formaban junto a los gruesos troncos de los ahuehuetes (sabinos) se les aparecía la Tisigua, mujer hermosa que les provocaba el mal conocido como Kojamtokoyo (perder la razón), o los metía en los peroles de miel caliente de las moliendas.

Cualquier hombre o muchacho zoque, al pasar por alguna poza, cuyas aguas cristalinas eran refrescadas por la sombra de algún ahuehuete, se incitaba para descansar y bañarse en ella. Al momento de estar nadando escuchaba detrás de él palmadas, pero al voltear rápidamente hacia la orilla sólo lograba ver que las hierbas se movían como si alguien que lo estuviera espiando se ocultara; al proseguir nadando escuchaba nuevamente las palmadas, esta vez acompañadas de un silbidito como invitación, y casi de inmediato emergía de las aguas frente a él una hermosa mujer rubia, de larga cabellera, ojos azules y nariz perfilada, vestida con una túnica de gasa transparente que dejaba ver todo su bien torneado cuerpo. Al ver aquella divinidad, sentía su ser hervir, sentía que el corazón se le salía y deseaba impetuosamente en tener una aventura con ella, por lo que empezaba a nadar vigorosamente hacia ella sin poder alcanzarla.

 Cuando más contento estaba por alcanzarla, se dio cuenta que la bella mujer ya estaba fuera del agua detrás de un grueso ahuehuete. Él trató de seguirla, pero inmediatamente la guapa mujer moviéndose como víbora se escabullía por entre la maleza a pesar de las espinas y garfios que abundaban más allá de la orilla, sin lastimarse; en cambio el pobre muchacho, se iba cayendo y levantando entre el espinero y la maleza con peligro de pisar una culebra. Su vista estaba clavada en aquella hermosa cara que le sonreía, en aquellos ojos que le hacían guiños. Se lanzó justo al lugar exacto atrapándola. 

La abrazó y se besaron largamente, sin decir palabras. Al poco rato, la maligna mujer volvía a meterse en la poza y él tras de ella tratando nuevamente de abrazarla y comérsela a besos. Ella agarró el sombrero de él, y llenándolo de agua se acercó al joven poniéndoselo en la cabeza: al verlo con el sombrero que escurría un agua lodosa, olor a azufre, ella regocijada empezó a dar vueltas sobre si misma, burlándose de él se carcajeaba y sonaba las manos al palmear sus propios muslos, así la Tisigua celebraba su triunfo. Él queriendo defenderse, gritaba para reclamarle, pero no podía articular las palabras para hablar con claridad. Mientras él balbuceaba, todo alelado, idiota, con la mirada perdida, ella, la malvada mujer, la enloquecedora, desapareció entre los árboles.

Desde ese momento los hombres perdían la razón para siempre, echaban a andar con los ojos perdidos y la boca abierta, caminando sin rumbo fijo. Ningún curandero podía salvarlos. Algunos llegaban a decir, que su situación era subsanable si se pedía perdón a la iglesia. Acababan pidiendo comida de casa en casa, queriendo ver en cada persona que los socorría, aquella hermosa cara que le sonreía y esos ojos que le hacían guiños, y que fueron las causas mágicas de su locura.
Kojamtokoyo. Perder el pensamiento, que puede ser entendido como perder el juicio, el orden mental y social, situación subsanable si se pide perdón a la iglesia (kojatokoikui).

FUENTE:http://afrarodriguez.blogspot.mx/
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

La Leyenda Chiapaneca de la Tisigua. Mitos y Leyendas mexicanas.
Los viejitos de los ranchos con su gran imaginación que tenían, como don Luis Toalá, creaban personajes fantásticos, como lo fue la Tisigua, para que los jovencitos no anduvieran de parranderos y coscolinos por los ranchos y en el vecino Terán, (Colonia donde se ubica nuestra escuela). Fue así como, entre las familias se comentaba que a los que se quedan por largas horas bañándose en el Sabinal, en las hermosas pozas que se formaban junto a los gruesos troncos de los ahuehuetes se les aparecía la Tisigua.
Dionisio, a quien todos conocían por Nicho, era el hijo único del cañero don Casimiro, que por afecto todos lo conocían por el tío Cashi. Su madre, doña Micaela, siempre estaba pendiente de todos los deseos de su Nichito. En su oloroso baúl de cedro siempre le tenía su ropa bien planchada que, por cierto, en una ocasión se quemó con la plancha de mano que calentaba en un buen cuadrado comal de fierro y con buenos leños de Brasil y de patzipocá.
Nicho, que ya andaba por los dieciocho años, todavía no daba muestras de enamoramiento y las amigas de la madre del joven le preguntaban que cuándo se casaría Nichito, pues ya tenía su edad. A eso la madre les contestaba: todavía no piensa mi hijo en mujer, no pues... Todavía no... Le pido al señor de Esquipulas que cuando ya piense en mujer se encuentre con una buena y galana muchacha.
Ni crea usted tía Mica, a lo mejor su Nichito ya hasta ha de tener un chiquito con alguna tiraleña o de por ahí por la Chacona, porque como es bien parecido el muchacho vierasté como lo siguen... Se iba a celebrar la velación del Señor de Esquipulas el catorce de enero, por lo que doña Micaela le alistó su buena mudada a Nicho para que fuera de conquista al baile.
Por la tarde se fue al río el jovencito muy contento, silbando una de las canciones que mucho le gustaban. Antes de salir de la casa, la buena madre le recomendó que no se tardara mucho en el río, que recordara que la Tisigua se estaba apareciendo a los que iban a bañarse ya muy tarde; Nicho muy valiente le dijo a su mamá: -¡ay mamá..! eso de la Tisigua es puro cuento de don Luis Toalá...- bueno.. ahí velo vos Nicho. Yo no quiero que te vaya a jugar y te quedes de idiota como Lipe de don Chano... ¿A poco es bonito andar así? Pero Nicho no tomó en cuenta aquellas recomendaciones y salió disparado hacia el Sabinal, que estaba bastante lleno y con una corriente tan cristalina que invitaba a bañarse, se desvistió dejando su ropa en las ramas del sabino que quedaban a manera de percha junto a la orilla del río y dándose impulso se lanzó a la poza, dando las buenas braceadas a lo largo de las tranquilas aguas, (en la actualidad son aguas negras), ya estaba enjabonándose parado sobre unas gruesas raíces, cuando de repente oyó unas palmada un poco leves y luego más fuertes acompañadas de un silbido medio mañoso. Con los ojos enjabonados, como pudo trató de distinguir de dónde surgía todo aquello. Luego escuchó aquellos ruidos por otro lado, después detrás de él y así fue dándose cuenta de que lo estaban jugando, se quitó el jabón rápidamente y se volvió a zambullir. Apenas sacaba la cabeza cuando muy cerca vio que surgía del agua el busto de una guapa mujer, rubia, de ojos azules, de nariz muy perfilada, bonita la malvada. Nicho, en cuanto la vio dijo para sí: - Ya se me hizo. Voy a saber lo que es tener una mujer junto a mí. Ojalá que se me haga. Esta no se me escapa.
Cuando más contento estaba con tan inesperado hallazgo, se dio cuenta que la bella mujer ya estaba detrás de un grueso tronco de sabino. Él trató de seguirla, pero inmediatamente la guapa mujer se escabullía por entre la maleza a pesar de las espinas y garfios que abundaban más arriba de la orilla, no se lastimaba; en cambio el pobre Nicho, se iba cayendo y levantando entre el espinero y la maleza con peligro que pisara una culebra.
Al poco rato, la maligna mujer volvía a meterse en la poza y Nicho tras de ella tratando de abrazarla y comérsela a besos, y luego... De momento reflexionó y recordó lo de la Tisigua. Dudaba si era la fantástica y perversa mujer que había vuelto tontos a muchos jóvenes de la región o que los había metido en los peroles de miel caliente de las moliendas.
Llenándose de valor, se lanzó hacia donde estaba nadando la Tisigua y ya casi la alcanzaba cuando ella se dirigió a donde estaba su sombrero de palma que había llevado, lo llenó de agua y en un instante se acercó a Nicho poniéndoselo en la cabeza.
Al verlo con el sombrero, que escurría una agua lodosa, olor a azufre, se carcajeaba y sonaba las manos como burlándose del joven. Él trataba de alcanzarla pero al poco desapareció entre los árboles, quedando Nicho desde ese momento alelado, idiota, con la mirada fija sin que pudiera articular las palabras con claridad que le caracterizaba.
Como pudo, con la ropa toda mojada se fue a su casa, que con trabajo la encontró a eso de las diez de la noche.
Para eso ya la familia había ido a buscarlo, el tío Cashi, con un grupo de vecinos se fue, llevando un tambor y unas teas para localizarlo. Desesperados le gritaban sin saber que ya se encontraba en su casa, donde la tía Mica lo estaba atendiendo con su buena taza de café caliente. Cuando llegaron los que fueron a buscarlo, ya don Crispín le estaba curando de espanto.
A mucha distancia se oían las imploraciones del curandero que decía: señor de las Ampollas, curá a este cristiano... señor de Esquipulas, dale la salud a tu hijo Nicho... y rameadas; lo bañaba de aguardiente y entre soplido y soplido seguía pidiendo a toda la corte celestial que Nicho volviera a su estado natural, que recobrara su buena figura. Y de nuevo volvía a decir:
- Virgen de Copoya, salvá tu hijo... Virgen de Olachea, que se componga este cristiano. Virgen de Candelaria, hacé tu milagro. San Marcos, patrón de Tuxtla, cura a este bendito muchacho.. San Agustín, patrón de Tapachula, que se componga este niño... San Pedro de Tapana, curálo... Pasión verde de Clacotepec, sanálo... San Sebastián de Chiapa, curálo... San Caralampio de Comitán, curálo... San Pascualito, sanálo... Y así no cesaba de pedir hasta lograr que volviera a la normalidad aquel pobre muchacho.
Pero de nada sirvieron todas aquellas imploraciones. El infeliz Nicho nunca recobró la razón y desde entonces por las calles de Terán y los callejones de los ranchos de Juan Crispín veían a Nicho parándose en las puertas de las casas mendigando un taco o algo, no porque en su casa le faltara comida sino porque gozaba al recibir algo para comer, imaginándose que era la Tisigua quien le daba todo.
Escrito por un maestro Emérito de Chiapas.
Prof. Manuel de Jesús Martínez Vázquez.


sábado, 13 de septiembre de 2014

EL LAGO ENCANTADO DE ZIRAHUEN

A 20 km de Pátzcuaro, en el centro del estado de Michoacán, está Zirahuén, comunidad de artesanos y rica gastronomía. Su hermoso lago homónimo en el corazón de la meseta purépecha, rodeado de sitios ideales para el descanso y la recreación, la convierten  en excelente opción para pasar días inolvidables.




Zirahuén quiere decir espejo de los dioses, significado que explica la leyenda. Tras la caída de Tenochtitlán, entre los españoles recién llegados a Michoacán un capitán quedó prendado de la princesa Eréndira –hija del rey purépecha Tangaxoan–, a quien raptó y escondió en un precioso valle envuelto por montañas. La bella mujer lloraba suplicando a sus dioses que la salvaran; los dioses del día y la noche, Juriata y Járatanga, le concedieron furia a sus lágrimas para con ellas formar un lago e hicieron de sus pies una cola de pez; convertida en sirena se salvó del sufrimiento y pudo huir de aquel extranjero. Los lugareños cuentan que todavía vaga por esas aguas profundas  y que a la víspera del amanecer emerge para encantar a los hombres de mal corazón.


Otra versión señala que fue Eréndira quien se enamoró de un gallardo hombre de un ejército enemigo al hallar en él las cualidades de su estirpe, pues merecería su amor quien fuera valiente y arrojado. Al enterarse, el rey prometió reconocerles el derecho de amarse sólo tras una entrampada condición: el guerrero tendría que pelear contra muchos otros caciques enemigos… Una vez derrotados todos los reinos vecinos, el engaño se hizo evidente, el rey exigía ser igualmente derrotado. La princesa, de pie entre ambos para evitar el enfrentamiento, rogó a su amado que se fuera: “No quiero ser la responsable de la muerte de ninguno de los dos. Si mi padre gana, te pierdo para siempre. Si tú sales vencedor, no me casaría contigo”, dijo. El joven tuvo que aceptar y ella, ante la tristeza por la pérdida del amor y por la traición filial se entregó a un profundo llanto hasta formar el lago con sus lágrimas. Gracias a los dioses sería convertida en sirena para no morir ahogada y en adelante la mujer-pez se convertiría en raptora ocasional de pescadores o pequeños navegantes por confundirlos con su amor.

leyenda popular michoacana

sábado, 9 de agosto de 2014

EL OGOPOGO

EL ORIGEN DE LA LEYENDA

La historia de Ogopogo comienza con leyendas indígenas a través de historias que se transmite de generación en generación a través de leyendas ancestrales, así la leyenda de este mítico animal se inicia con un endemoniado nativo llamado Kel-oni-won, que asesinó a un anciano muy conocido y respetado de nombre "Old Kan-le-kan" con un garrote.Como castigo por su crimen el Creador transformó a Kel-oni-won en una serpiente destinándola a vivir por siempre en el lago, para que sufriera de remordimiento eterno, por el crimen que había cometido y desde ese día se lo conoció comoN’ha-a-kti se traduce como "Demonio de agua" o "Monstruo del Lago", el cual demanda un peaje a los viajeros para un paso seguro a través de las aguas que considera su casa, siendo dicha cuota un sacrificio vivo, así cada vez que los indígenas que vivían alrededor del lago se aventuran en el agua debían sacrificar un animal pequeño para apaciguar al monstruo, para garantizaría un viaje protegido.



Ogopogo es el nombre con el que se conoce a un monstruo de lago que supuestamente vive en el lago Okanagan, en la Columbia Británica (Canadá), donde se ha visto el típico fenómeno de las "jorobas" que se desplazan sobre la superficie del agua, e interpretadas como los emergentes del cuerpo de un gran animal por las teorías que afirman la existencia de estas criaturas críptidas.
Estatua de Ogopogo en Kelowna, British Columbia.


Los partidarios de la existencia de la criatura indican que su existencia es antigua, pero aunque existen leyendas aborígenes locales sobre una "serpiente" o "demonio" en el lago, los primeros supuestos avistamientos documentados del ogopogo por colonos europeos se dice que habría sido en 1860. El primer avistamiento "claro" por parte de un grupo grande de gente (los pasajeros de 30 automóviles, todos afirmaron haber visto lo mismo) ocurrió en 1926 en una playa de la Misión Okanagan.

PRESUNTOS AVISTAMIENTOS

La primera filmación del ogopogo es el Filme Folden, rodado en 1968 por Art Folden. Muestra un objeto oscuro propulsándose a través del agua poco profunda, cerca de la costa. La película fue filmada desde una colina sobre la costa. Tras su mejora, mostró que se trataba en efecto de un objeto tridimensional desplazándose.



Otra filmación asociada al fenómeno fue realizada en 1989 por Ken Chaplin, junto a su padre Clem. Describieron el ogopogo como una criatura serpentina nadando en el lago. En el video, se ve un animal girando e incluso golpeando el agua con su cola y creando salpicaduras, por lo que muchos observadores creen que se trataba simplemente de un castor. Chaplin afirmó que el animal medía 15 pies (4,57 metros) de largo, aunque en el filme parece del tamaño de un castor (90 centímetros). El supuesto testigo afirma que regresó al lago unas semanas después con su padre y su hija Corry y volvió a filmar un animal similar.

Por ello, los críticos indican que aunque existe filmaciones que los partidarios indican como presuntas pruebas, todas estas observaciones y filmaciones pueden ser explicadas de la misma forma que se ha hecho con el Monstruo del lago Ness
fuente/wikipedia,history channel,dominio publico.